Personajes Históricos
Jose Antonio Galán
Nacido en Charalá, antigua provincia del Socorro, en el seno de una familia
mestiza, las penurias económicas obligaron al futuro líder comunero a trabajar
desde pequeño y ya entonces mostró un carácter rebelde. Casado con Toribia
Berdugo y padre de dos hijas, José Antonio Galán participó en una asonada
contra el corregidor de Charalá en defensa de los indios guanes y fue condenado
a pagar el servicio militar en Cartagena, donde tomó contacto con las artes de
la guerra y alcanzó el grado de cabo.
Ante la reiterada negativa a su solicitud de baja del servicio, decidió
huir y llegó a mediados de 1780 a Charalá, cuando empezaban las protestas ante
el agobiante peso de los impuestos, que estancaban la economía y arruinaban a
los pequeños y medianos cosecheros de tabaco. Las nuevas medidas impuestas por
los Borbones agravaron aún más la situación e hicieron que el pueblo se
levantara contra el poder español.
Las primeras acciones se iniciaron en Simacota en octubre de 1780 y
continuaron en Mogotes y Charalá. Allí se escuchó por primera vez el grito
"¡Viva el rey y muera el mal gobierno!", que se atribuye a Galán. En
marzo de 1781 estalló la insurrección en Socorro (donde Manuela Beltrán había
arrancado un edicto que fijaba nuevos impuestos) y poco a poco se fue
extendiendo por la región, a la vez que se formaba un ejército comunero.
Las actuaciones radicales de José Antonio Galán no eran compartidas por
otros jefes del Común: sus blancos ya no sólo eran los españoles sino también
los hacendados. El líder comunero dirigió una exitosa campaña por el río
Magdalena al grito de "¡Unión de los oprimidos contra los
opresores!"; declaró libres de tributos a los pueblos indígenas y proclamó
la libertad de los negros esclavos.
Mientras, el general Francisco Berbeo firmaba las Capitulaciones de
Zipaquirá, que no fueron aceptadas por Galán por considerarlas un engaño para
el pueblo. Si bien la Audiencia aceptó las Capitulaciones, en sesión secreta
extendió un acta en la que se declaraba la nulidad del acuerdo, y tras la desmovilización
del ejército comunero, en junio de 1781, las autoridades coloniales desataron
una feroz represión.
José Antonio Galán continuó la lucha clandestina contra las autoridades realistas, pero fue detenido el 13 de octubre en las proximidades de Onzaga. En Santafé se lo sentenció a ser arrastrado, él y sus compañeros, a la horca; después debía ser decapitado y separados del tronco brazos, piernas, pies y manos. El 1 de febrero de 1782 se cumplió la sentencia con una variante: al no haber verdugo idóneo, Galán y sus compañeros fueron arcabuceados y posteriormente colgados.
Juan Francisco Berbeo
Político y militar colombiano, nacido en El Socorro hacia 1739 y muerto en
1795. Hijo del español Justino Berbeo, natural de Oviedo, y de Juana María
Moreno, su familia formaba parte de la elite social socorrana, pero no poseía
grandes riquezas. Juan Francisco Berbeo fue el comandante general de las masas
comuneras en su movimiento del Socorro hacia Zipaquirá y Santafé de Bogotá.
Se casó en dos ocasiones, la primera con María Blasina Montenegro, de la
que tuvo cinco hijos; y en 1771, tras la muerte de su primera esposa, contrajo
segundas nupcias con Bárbara Rodríguez Terán, con quien tuvo una hija, María
Josefa. Entre sus descendientes se contaron el presidente de la República
Alberto Lleras Camargo y el historiador de los Comuneros Pablo Enrique Cárdenas
Acosta.
No era un negociante exitoso ni tampoco tuvo nunca una gran fortuna.
Berbeo, sin embargo, fue muy respetado en El Socorro ya que era el jefe natural
de dicha localidad. Tenía fama de hombre valiente y decidido. Su experiencia
como militar era muy limitada, la adquirió en campañas contra las tribus
aborígenes de carares y yaregüíes.
Antonia Santos
(Pinchote, Santander, 1782 - Socorro, 1819) Heroína colombiana. Junto con
Policarpa Salavarrieta, Antonia Santos fue una de las más destacadas
protagonistas del periodo de la independencia. Su infancia transcurrió en la
provincia del Socorro, la misma en la que una mínima acción de Manuela Beltrán
había desencadenado en 1781 el movimiento insurreccional de los Comuneros. En
ese ambiente de rebeldía creció Antonia, en el seno de una familia que apoyó
abiertamente la causa independentista desde el primer momento. Dedicada desde
joven a las labores agrícolas, recibió la rudimentaria educación propia de las
mujeres de su tiempo.
En esa época se conformaron una serie de grupos guerrilleros para luchar contra los españoles realistas; estas guerrillas combatieron el Régimen del Terror y apoyaron al ejército de Simón Bolívar en la Campaña Libertadora de 1819. Antonia Santos organizó y sostuvo la guerrilla de Coromoro, convirtiendo su hacienda El Hatillo en centro de operaciones del grupo. La actuación de esta guerrilla (liderada por su hermano Fernando Santos, José Gabriel Tobar, Camilo Gaona y José Manuel Ruiz, entre otros cabecillas) fue decisiva para las victorias del Pantano de Vargas y de Boyacá, puesto que impidió el paso de las tropas que iban en ayuda de los españoles.
El 12 de julio de 1816, un destacamento militar español comandado por el capitán Pedro Agustín Vargas se presentó sorpresivamente en la hacienda El Hatillo. Las tropas españolas apresaron a Antonia Santos, su hermano Santiago y otros familiares y sirvientes de la familia, y los trasladaron hasta Socorro, donde fueron encarcelados. Antonia fue sentenciada a muerte el día 16 de julio, y ejecutada el 28 del mismo mes en la plaza pública, junto con los próceres Isidro Bravo y Pascual Becerra. La noticia de su muerte exacerbó aún más los ánimos de los grupos guerrilleros, quienes juraron continuar la lucha en su nombre.
Policarpa Salavarrieta
Heroína colombiana de la Independencia. No existe unanimidad de criterios
respecto al lugar de nacimiento de María Policarpa Salavarrieta Ríos, también
conocida como La Pola. La gran mayoría de los historiadores lo ubican en la
población cundinamarquesa de San Miguel de Guaduas, otros en el barrio Santa
Bárbara de Bogotá y otros en la tolimense Mariquita.
El hecho cierto es que la familia Salavarrieta Ríos estuvo avecindada en Guaduas, villa en la que el padre, Joaquín Salavarrieta, y la madre, Mariana Ríos, poseían una regular fortuna conseguida gracias a la agricultura y el comercio. Actividad, esta última, en la que no era difícil desempeñarse en Guaduas, pues la villa quedaba en la ruta que de Santafé conducía hacia el principalísimo puerto fluvial de Honda. Policarpa fue la quinta de siete hermanos.
Según parece, Joaquín Salavarrieta era oriundo del Socorro y había
participado en la revolución de los Comuneros de 1781. Había acompañado a José
Antonio Galán cuando éste emprendió la campaña por la hoya del río Magdalena y
conoció Guaduas cuando pasaron por allí, el 4 de junio de 1781, vía Mariquita.
Al enterarse, el 16 de junio, que se había firmado la paz y que cada uno debía
volver a su casa, don Joaquín retornó al Socorro. Sin embargo, como después de
la firma de las Capitulaciones se había desatado una implacable persecución
contra los participantes en la rebelión, resolvió huir con su esposa, la
moniquireña Mariana Ríos.
Manuela Beltrán
(El Socorro, Colombia, siglo XVIII) Heroína colombiana que desencadenó la
insurrección de los comuneros de 1781. Se desconoce prácticamente todo acerca
de su vida. Al parecer, nació en El Socorro y pertenecía a una modesta familia
descendiente de españoles, que manufacturaba tabacos y poseía una tienda de
efectos de Castilla.
Manuela Beltrán pasó a la historia de la Nueva Granada el 16 de marzo de 1781, cuando, con 57 años, rompió el edicto del Ayuntamiento de El Socorro por el cual se fijaba el impuesto de Armada y Barlovento. Si bien dicho evento constituyó la chispa que desató la llamada revolución comunera, nunca más se volvió a saber de ella. Fue resucitada por la historiografía del siglo XX como símbolo del nacionalismo prerrevolucionario y considerada la primera heroína de la lucha emancipadora.
En Nueva Granada, donde no se alcanzó a implantar el sistema de
Intendencias, se optó por el de Regentes Visitadores; correspondió a Juan
Gutiérrez de Piñeres ser el primero. Éste fue nombrado por la audiencia
Visitador General, y llegó a Santa Fe de Bogotá en enero de 1778 portando
plenos poderes del monarca Carlos III de España para la reorganización de la
Real Hacienda. El entonces virrey, Manuel Antonio Flórez Maldonado, que se había
trasladado a Cartagena para atender la guerra recién declarada contra
Inglaterra, delegó todos los poderes en la Audiencia y en especial en su
Regente.
Francisco de Paula Santander
Dirigente de la independencia de Colombia (Rosario de Cúcuta, 1792 - Bogotá,
1840). Doctorado en derecho a los diecisiete años, se unió enseguida al
movimiento revolucionario contra la dominación colonial española (1810).
Combatió en diversas campañas hasta que Simón Bolívar le ascendió a general
y jefe del Estado Mayor de su ejército (1817); y siguió colaborando con él
hasta la independencia de la Gran Colombia (actuales Colombia, Venezuela,
Panamá y Ecuador) en 1819.
Santander fue nombrado vicepresidente del país por el departamento de
Cundinamarca (nombre que tomó Nueva Granada, actual Colombia), y se encargó del
gobierno mientras Bolívar estaba ausente luchando contra los españoles. Su
poder fue confirmado al establecerse un régimen político unitario en 1821,
pasando Santander a ejercer la vicepresidencia de la Gran Colombia.
Desde entonces entró en conflicto con José Antonio Páez, portavoz de las
aspiraciones independentistas de Venezuela, que consiguió restablecer un
sistema federal y apartar a Santander de la vicepresidencia en 1828. También se
enfrentó a Simón Bolívar, organizando una conspiración fracasada contra sus
inclinaciones autoritarias (1828); Santander fue juzgado y desterrado.
Cuando murió Bolívar y se disolvió la Gran Colombia (1830), Francisco de
Paula Santander regresó del exilio y participó en la revolución que dio origen
a la República de Colombia separada de Venezuela y Ecuador. Fue elegido primer
presidente constitucional de Colombia (1832-1837) e inició una sangrienta
persecución de los bolivarianos y otros disidentes.
No obstante, siguió una línea política progresista, con especial atención al desarrollo de la educación. Perdidas las elecciones de 1837, abandonó el poder y siguió ejerciendo como diputado de la oposición hasta su muerte.
Jose Alejandro Morales
José Alejandro Morales es uno de los compositores de música tradicional más
recordados e importantes de Colombia. Nació el 19 de marzo de 1913 en la Ciudad
del Socorro, Santander y murió el 22 de septiembre de 1978 en Bogotá.
Hijo de Espíritu Santo Morales y Dolores López, José Alejandro Morales fue
uno de los más importantes compositores colombianos, además de ser uno de los
que más obras han dejado. Siempre se caracterizó por su elegancia, además de su
talento musical.
Inició su desarrollo musical en su tierra, donde se formó en la ejecución del
tiple y el canto, y allí, en el Socorro, conformó varios grupos musicales,
entre ellos, Los Toretes y La Lira Calvo. En 1935 José Alejandro Morales se
radicó en Bogotá, donde ejerció distintos oficios, que alternaba con su
quehacer musical.
José Alejandro Morales fue el primer compositor en hacer canción protesta
en Colombia, con la canción Ayer me echaron del pueblo y Pueblito viejo estas
fueron sus canciones más reconocidas por toda Colombia, después se expandieron
por el mundo en varios idiomas como el inglés, francés, etc.
José Alejandro Morales siempre se caracterizó por su talento musical, sus
buenos modales, su fino modo de vestir y su actividad intelectual. En el año de 1935 realizó su primera
composición en la capital colombiana: un tango titulado Marta, con el que
obtuvo grandes éxitos.
José Alejandro Morales realizó su primera grabación musical en los estudios
de Sonolux con las voces e instrumentos, tiple y guitarra de GARZON Y COLLAZOS,
«LOS PRINCIPES DE LA CANCION COLOMBIANA» bajo la dirección del maestro Luis
Uribe Bueno. Era un sencillo de 78 RPM que contenía su bambuco María Antonia y
Arrunchaditos, de Rafael Godoy Grabación, con la que logro que el pueblo
colombiano le empezara a reconocer como compositor.
José Alejandro Morales se desempeñó además como director de relaciones
públicas de Sonolux, y como comentarista en diversos programas culturales de
radio en varias emisoras de la capital colombiana.
En la figura, ya consagrada por aclamación popular, de José Alejandro
Morales, se prolongan las más fabulosas personalidades de la música colombiana
del interior.
José Alejandro Morales trajo en su tiple, desde su nativo Socorro, en el
Santander de las gestas civiles y guerreras más impresionantes de la historia
patria, bambucos de nuevo cuño, con palabras distintas, con melodías excitantes
que reflejaban las mañanas, las tardes y las noches de los vetustos poblados a
los cuales se llega, en vez de por antiguos e incómodos caminos de herradura,
por vías carreteables, asfaltadas y limpias,
Los bambucos, pasillos y valses de Morales, con el espíritu y la emoción de
las tonadas centenaritas, de Wills, de Morales Pino y de Calvo, tienen traje
nuevo cortado sobre moldes modernos Son hechos para cantarse en estos tiempos.
José Alejandro Morales murió el 22 de septiembre de 1978 a causa de una afección hepática en la Clínica del Country en la capital colombiana, aunque su cuerpo fue trasladado a Socorro a petición de sus parientes y el pueblo santandereano. El maestro José Alejandro Morales es quizá uno de los más grandes compositores de la música andina colombiana, debido, además de la enorme cantidad de piezas que escribió, a que una gran cantidad de sus obras son consideradas verdaderas joyas del folclore andino. José A. Morales tiene una discografía que incluye aproximadamente 370 composiciones.
José Acevedo y Gómez
(José Acevedo o Acebedo y Gómez; Charalá, 1773-Caquetá, 1817) Patriota
colombiano. Siguió estudios de gramática y filosofía en el Colegio del Rosario
y se dedicó posteriormente al comercio, logrando acumular una importante
fortuna. Sus dotes de orador y su influencia le permitieron ingresar en los
círculos políticos de la capital. Fue nombrado Procurador General, y en 1808,
Regidor Perpetuo del Cabildo de Santafé. En 1808 le correspondió hacer la
proclamación y juramento de obediencia al rey Fernando VII.
En 1809, con ocasión de la Revolución de Quito, Acevedo y Gómez se destacó
por ser partidario de sostener la Junta Suprema de Gobierno. Por influencia de
la revolución de Quito de 1809, se iniciaron movimientos de insurrección
popular durante el año siguiente. Estos movimientos autonomistas exigieron
cabildos abiertos, en los cuales pudieran participar los criollos.
El 20 de julio de 1810, José Acevedo fue elegido diputado (tribuno) por el pueblo y, en compañía del grupo criollo revolucionario y en presencia del pueblo de Santafé, se eligieron los vocales de la Junta Suprema de Gobierno. Para presidirla fue nombrado el virrey Antonio Amar y Borbón y, en calidad de vicepresidente, José Miguel Pey. En su discurso, José Acevedo habló del mal gobierno español, de los derechos del pueblo y de la esclavitud, avivando el sentimiento revolucionario del pueblo.
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